Declaración Ambiental de Producto: La clave de la industria de la construcción ecológica
El sector de la construcción es responsable de alrededor del 38 por ciento de las emisiones globales de CO2. Por lo tanto, la protección del clima...
La dependencia de una infraestructura digital que funcione correctamente es hoy en día uno de los factores económicos y de riesgo más importantes, por lo que los requisitos de las clases de disponibilidad de los centros de datos son igualmente elevados. Empresas, autoridades, centros médicos, operadores de infraestructuras críticas... Todos ellos se enfrentan a una presión común: cualquier fallo imprevisto de los sistemas digitales puede paralizar los procesos operativos o incluso poner en peligro vidas humanas.
Las cifras hablan por sí solas. Según estudios, una sola hora de inactividad supone un coste superior a 100 000 dólares estadounidenses para el 98 % de las empresas. En los grandes grupos empresariales, los daños por averías ascienden rápidamente a millones, por hora. El daño medio a nivel mundial es de unos 9000 dólares estadounidenses por minuto. En sectores muy regulados o de importancia sistémica, esta cifra puede ser considerablemente mayor.
La creciente complejidad de los procesos digitales, la tendencia al procesamiento en tiempo real y la competencia por el acceso inmediato a los clientes aumentan aún más la dependencia. El tiempo de actividad se convierte así en un requisito básico para la gestión empresarial, no solo en Fráncfort, sino también en Singapur, Dallas o São Paulo.
En este contexto, la disponibilidad de los centros de datos se convierte en una cuestión estratégica. Quienes planifican o gestionan infraestructuras hoy en día deben poder demostrar la fiabilidad y la redundancia de sus sistemas. La denominada «disponibilidad del centro de datos» se convierte en un indicador decisivo, comparable a la solvencia en el sector financiero o a la huella de carbono en la evaluación ESG.
Se prevé que el mercado global de centros de datos crezca hasta superar el billón de dólares estadounidenses en 2034. En este entorno, las clases de disponibilidad ayudan a orientar estratégicamente las inversiones: estructuran los requisitos, hacen tangibles los riesgos operativos y crean un lenguaje común entre TI, arquitectura, operaciones y gestión.
Pero, ¿qué hay exactamente detrás de las clases de disponibilidad VK1 a VK4 según la norma EN 50600 y Tier I a Tier IV según el Uptime Institute? ¿Qué modelos de redundancia concretos (N, N+1, 2N o 2N+1) hay detrás? ¿Y por qué estos sistemas se han convertido en referencias internacionales en materia de fiabilidad y resiliencia digital?
La disponibilidad estandarizada no es un detalle técnico, sino una herramienta de planificación. Las clases de disponibilidad son categorías basadas en normas que permiten clasificar la disponibilidad operativa de los centros de datos, independientemente de las tecnologías o los proveedores concretos. No indican cómo está construido concretamente un centro de datos, sino qué disponibilidad operativa y seguridad contra fallos debe alcanzar en su diseño.
La base es la norma europea EN 50600 (también: DIN EN 50600) o el modelo Tier del Uptime Institute, ampliamente utilizado a nivel internacional. Ambos modelos siguen un sistema de cuatro niveles, VK1 a VK4 (o AC 1-4) y Tier I a IV, y definen los objetivos de redundancia, facilidad de mantenimiento y tolerancia a fallos.
El valor real de las clases de disponibilidad reside en su estandarización. Mientras que términos como «alta disponibilidad» o «redundante» se utilizaban de forma inconsistente en el pasado, la norma EN 50600 y los modelos Tier ofrecen hoy en día un marco objetivo. Esto aporta transparencia:
Una ventaja fundamental: cada nivel, ya sea Tier o VK, representa un grado de disponibilidad claramente definido que también se puede traducir en tiempo de inactividad anual. De este modo, los modelos permiten una evaluación uniforme a nivel internacional, independientemente de si un centro de datos se encuentra en Europa, Asia o Norteamérica.
Un error muy extendido en la práctica: Los componentes redundantes por sí solos no garantizan una alta disponibilidad del centro de datos. Solo cuando toda la infraestructura se ha planificado de forma coherente para garantizar la fiabilidad, incluyendo el suministro eléctrico, la refrigeración, la conexión a la red y el concepto de seguridad, se alcanza un nivel resistente.
Las clases de disponibilidad ayudan a estructurar precisamente esta complejidad. Sustituyen la intuición técnica por una arquitectura objetivo comprensible. La norma EN 50600 constituye el marco europeo y, al mismo tiempo, la base de la norma internacional ISO/IEC 22237.
Ambos sistemas persiguen un objetivo similar, pero difieren en su enfoque de evaluación y ámbito de aplicación:
EN 50600 (VK1-VK4):
Sistema Tier (Tier I-IV):
En Europa predomina la norma EN 50600, entre otras cosas por la posibilidad de obtener la certificación de organismos independientes como TÜV. A nivel internacional, el Uptime Institute es líder del mercado en certificaciones Tier. Hoy en día, muchos operadores aspiran a una estrategia de doble certificación: certificación VK para normativas regionales y certificación Tier para requisitos de clientes internacionales.
Los dos sistemas líderes para la clasificación de centros de datos, EN 50600 y el modelo Tier del Uptime Institute, difieren en su enfoque metodológico, pero en cuanto al contenido conducen a niveles comparables de fiabilidad. Uno de los sistemas se basa en el diseño, el otro en indicadores. Ambos permiten una clasificación estructurada de la disponibilidad y constituyen la base para la toma de decisiones estratégicas en materia de infraestructura.
Las siguientes tablas muestran una comparación directa de las diferencias entre los niveles Tier y las clases de disponibilidad (VK) en cuanto al grado de disponibilidad, el modelo de redundancia y los campos de aplicación típicos.
Nivel Tier |
Disponibilidad (año) |
Tiempo de inactividad (año) |
Modelo de redundancia | Aplicación típica |
Nivel I |
99,671 % |
aprox. 28,8 horas |
Suministro simple, sin redundancia |
Pequeñas empresas, desarrollo, entornos de prueba |
Nivel II |
99,741 % |
aprox. 22 horas |
Redundancia parcial (N+1), una ruta de suministro |
Pymes, servicios internos, sistemas no críticos |
Nivel III |
99,982 % |
aprox. 1,6 horas |
N+1, varias rutas, mantenible en funcionamiento |
TI empresarial, SaaS, comercio electrónico, salud |
Nivel IV |
99,995 % |
aprox. 26 minutos |
2N o 2(N+1), totalmente tolerante a fallos |
Bancos, bolsas, infraestructuras nacionales críticas |
Nivel VK | Disponibilidad (año) | Tiempo de inactividad (año) | Modelo de redundancia | Aplicación típica |
VK 1 |
99,0 % |
hasta 88 horas |
Sin redundancia, alimentación simple |
Pequeñas empresas, entornos de prueba, laboratorios |
VK 2 |
99,9% |
hasta 9 horas |
Redundancia parcial (N+1), una ruta de suministro |
Pymes, TI interna, requisitos de disponibilidad medios |
VK 3 |
99,99% |
hasta 53 minutos |
Redundancia total, varias rutas, fácil mantenimiento |
TI empresarial, nube, procesos empresariales críticos |
VK 4 |
99,999 % |
hasta 6 minutos |
2N o 2(N+1), tolerante a fallos |
Sector financiero, sanidad, KRITIS |
Nota: Mientras que el modelo Tier define tiempos de inactividad concretos, la norma EN 50600 se basa exclusivamente en la arquitectura del diseño: por lo tanto, los valores de disponibilidad son orientativos y pueden variar en función de la implementación.
No todos los sectores necesitan VK4 o Tier IV, pero todos necesitan claridad. Las clases de disponibilidad en los centros de datos son una herramienta de control para inversiones, evaluaciones de riesgos y acuerdos de nivel de servicio (SLA). Ayudan a armonizar los modelos de negocio con los requisitos de infraestructura. Porque los riesgos que se derivan de un fallo del sistema varían enormemente. Una hora de tiempo de inactividad puede suponer pérdidas de varias decenas de miles de dólares en el comercio electrónico o provocar situaciones que pongan en peligro la vida en el sector sanitario. Por lo tanto, la elección de la clase de disponibilidad debe ser diferenciada.
Las empresas de suministro energético, las empresas de agua y los proveedores de telecomunicaciones operan instalaciones que son esenciales para la comunidad. Por lo tanto, los requisitos de disponibilidad de los centros de datos son muy elevados. Los sistemas no solo deben ser redundantes, sino también tolerantes a fallos. Una avería de estos sistemas no solo afecta a una empresa, sino a regiones enteras, con repercusiones en la seguridad, el suministro y el orden público.
En clínicas, laboratorios y servicios de emergencia, los centros de datos protegen los sistemas médicos, los procedimientos de diagnóstico por imagen, los historiales de los pacientes y la planificación de las operaciones quirúrgicas.
Las líneas de producción automatizadas, el control de la cadena de suministro y la comunicación entre máquinas dependen de datos en tiempo real.
Las autoridades y los servicios municipales procesan datos ciudadanos altamente sensibles, gestionan archivos electrónicos, plataformas de adjudicación y sistemas internos.
Las plataformas en línea operan las 24 horas del día. Cada segundo cuenta y cada parada es cuantificable.
Los bancos, las aseguradoras, las bolsas y los proveedores de servicios de pago están obligados por ley a minimizar los fallos informáticos.
No todas las empresas deben alcanzar VK4 o Tier IV. Lo decisivo es el tipo de daño que se puede producir en caso de fallo: económico, legal o reputacional. La elección de la clase de disponibilidad en el centro de datos ayuda a hacer tangibles estos riesgos y a negociar los SLA adecuados con los proveedores de servicios.
Consejo para los responsables de la toma de decisiones:
No elija automáticamente la clase más alta, sino la adecuada. El sobredimensionamiento ( ) es caro. El infradimensionamiento es arriesgado.
La disponibilidad no se consigue con medidas aisladas, sino con la interacción de todos los elementos de la infraestructura, desde el suministro eléctrico hasta la refrigeración, pasando por la organización operativa. Quien desee alcanzar los niveles Tier III, Tier IV o VK3, VK4, debe planificar la seguridad contra fallos de forma sistemática y global. La pregunta central es siempre la misma: ¿cómo se consigue una redundancia « » (sin fallos) « » (sin interrupciones) y cuál es la tolerancia a fallos del sistema en su conjunto?
El factor decisivo es el nivel de redundancia. Se han establecido cuatro modelos a nivel internacional:
Estos conceptos definen la base técnica para cada nivel Tier o VK:
Sin un suministro de energía redundante no es posible una alta disponibilidad. En las instalaciones VK3/Tier III, los circuitos eléctricos se duplican, como mínimo con protección N+1. Tier IV/VK4 exige líneas eléctricas completamente separadas y cadenas SAI según el principio 2N. Es importante tener en cuenta que la redundancia solo funciona si está completamente desacoplada en términos de control. Una supuesta doble alimentación sin separación en la cadena de automatización no aporta resiliencia.
Los sistemas informáticos son sensibles a las fluctuaciones de temperatura, por lo que la refrigeración es uno de los elementos más críticos de la infraestructura. Los centros de datos de alta disponibilidad apuestan por:
En entornos VK4/Tier IV se aplica lo siguiente: el fallo de un enfriador de agua fría o de un refrigerador no debe provocar un aumento de la temperatura. También en este caso debe garantizarse una tolerancia total a los fallos, tanto desde el punto de vista técnico como operativo.
Los centros de datos modernos protegen su funcionamiento mediante conceptos de seguridad multicapa, análogos al «principio de la cebolla»:
Cuanto más alto sea el nivel Tier o VK seleccionado, más detallados deberán ser los conceptos de seguridad y emergencia, incluyendo pruebas, formación y documentación.
La redundancia por sí sola no es suficiente. Los componentes utilizados deben ser a prueba de fallos. Un ejemplo: los sistemas de tuberías en los circuitos de refrigeración. Los fallos aquí son poco frecuentes, pero tienen graves consecuencias: las fugas provocan un fallo total. La selección de los componentes y la calidad de los materiales influyen directamente en el riesgo de averías, las necesidades de mantenimiento y la estabilidad operativa.
Los sistemas de tuberías de alta calidad fabricados en polipropileno (PP), como aquatherm blue, ofrecen ventajas decisivas frente a las tuberías metálicas:
Están consolidados en todo el mundo, tanto en instalaciones con certificación Tier III-IV y VK3-4 como en centros de datos escalables en la nube. aquatherm blue ha sido desarrollado específicamente para sistemas de refrigeración y calefacción cerrados, está diseñado para una alta seguridad de funcionamiento y cumple los requisitos de las infraestructuras duraderas y fiables de los centros de datos. La tecnología de unión homogénea (soldadura por fusión) garantiza uniones herméticas duraderas, sin juntas, adhesivos ni uniones desmontables que puedan suponer puntos débiles. En resumen: cuanto más crítico es el centro de datos, más importante es la calidad de la infraestructura para el éxito a largo plazo.
Las clases de disponibilidad son una base estratégica para la toma de decisiones. Ayudan a evaluar sistemáticamente la infraestructura de TI, a garantizar la planificación y a orientar los conceptos operativos de forma fiable.
No se trata de una solución única, sino de una arquitectura a medida. No todos los centros de datos deben alcanzar la clase VK4 o Tier IV. La selección de la clase debe basarse en el modelo de negocio:
La clase de disponibilidad del centro de datos determina todas las decisiones posteriores: desde el plano hasta la elección del suministro energético y el diseño de la tecnología de refrigeración.
No se limite a planificar un centro de datos. Planifique la disponibilidad.
aquatherm ayuda a operadores, planificadores y contratistas generales a implementar infraestructuras de refrigeración de alta disponibilidad: con sistemas de tuberías de larga duración, asesoramiento en las primeras fases del proyecto y componentes diseñados para durar décadas. Nuestros productos se utilizan en todo el mundo en centros de datos que deben funcionar las 24 horas del día.
Ya sea N+1, 2N o 2N+1: nuestros sistemas cumplen los requisitos de los conceptos de redundancia modernos y contribuyen a alcanzar de forma segura los objetivos de disponibilidad según la norma EN 50600 y el modelo Tier: de forma económica, resistente y con garantía de futuro.
Proporcionamos la base técnica para infraestructuras informáticas globales que funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Hable con nuestros expertos.
aquatherm le acompaña desde el diseño y la selección de componentes hasta la puesta en marcha, contamos con conocimientos específicos del sector y experiencia en proyectos internacionales.
El sector de la construcción es responsable de alrededor del 38 por ciento de las emisiones globales de CO2. Por lo tanto, la protección del clima...
El aumento exponencial de las cargas de trabajo de IA intensivas en computación no solo está cambiando los requisitos de rendimiento y escalabilidad...
Pocas normativas cambiarán de manera tan fundamental el sector de la construcción e inmobiliario en los próximos años como la nueva Directiva de la...