Declaración Ambiental de Producto: La clave de la industria de la construcción ecológica
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Pocas normativas cambiarán de manera tan fundamental el sector de la construcción e inmobiliario en los próximos años como la nueva Directiva de la UE sobre eficiencia energética de los edificios (EPBD) 2024. Muchos temas clave para el futuro se convierten ahora, progresivamente, en obligaciones: Balances de CO₂ en los certificados energéticos, abandono de los sistemas de calefacción fósiles, estándares de emisiones cero para las nuevas construcciones y modelos digitales para cada proyecto de edificio.
Muchos se preguntan ahora: ¿Siguen siendo suficientes nuestros procesos y productos actuales? ¿Qué exigencias concretas se nos vienen encima? ¿Y a partir de cuándo? Quien espere demasiado corre el riesgo de quedarse fuera en licitaciones, autorizaciones o financiamiento. La buena noticia: quien se familiarice a tiempo con los nuevos requisitos no solo evitará riesgos, sino que podrá obtener ventajas competitivas estratégicas.
En este artículo descubrirá qué exige exactamente la EPBD 2024, a quién afecta y qué pasos son ahora decisivos. Además, al final le ofrecemos la descarga de nuestro whitepaper (en alemán), que contiene información valiosa adicional para usted.
La Directiva revisada de la UE sobre eficiencia energética de los edificios EPBD 2024 (Energy Performance of Buildings Directive) entró en vigor el 28 de mayo de 2024. Establece el marco regulatorio para la descarbonización del sector de la construcción en Europa. La EPBD 2024 fija objetivos vinculantes, estándares mínimos y obligaciones de verificación. Todos los estados miembros deben transponer estos requisitos a sus legislaciones nacionales en un plazo de 24 meses.
El objetivo de la directiva es que el parque de edificios de la UE sea climáticamente neutro, a más tardar, en 2050. La presión es alta: Los edificios representan actualmente alrededor del 40 % del consumo energético y el 35 % de las emisiones de CO₂. Tres cuartas partes del parque se consideran energéticamente ineficientes y la tasa anual de renovación es de solo un 1 %.
Con la EPBD 2024, estos valores deben mejorar significativamente. La directiva exige medidas concretas durante todo el ciclo de vida de un edificio: desde la planificación, pasando por la construcción y operación, hasta la demolición y eliminación. Lo decisivo ya no es solo el consumo energético durante el uso, sino el balance total de emisiones.
La EPBD 2024 no solo establece nuevos requisitos para los edificios, sino que también reestructura las normas de planificación, construcción y operación. Se centra en cinco directrices principales:
A partir de 2030, los nuevos edificios no podrán generar emisiones de CO₂ in situ. Para los edificios públicos, esta norma aplica ya desde 2028. El consumo energético debe ser bajo y estar cubierto por fuentes renovables.
Al menos el 16 % de los edificios no residenciales con peor clase energética deben ser renovados para 2030, y el 26 % para 2033. En los edificios residenciales se aplican los objetivos de cad país de reducción del consumo de energía primaria.
A partir de 2025 se elimina el apoyo financiero para nuevas calderas de combustibles fósiles. El abandono total debe producirse a más tardar en 2040. Los estados miembros pueden imponer prohibiciones de instalación.
A partir de 2028, los edificios nuevos de más de 1.000 m² deberán incluir el potencial de gases de efecto invernadero en su certificado energético y a partir de 2030 esta obligación aplicará a todas las nuevas construcciones. Se evaluará todo el ciclo de vida.
Los modelos BIM, los sistemas digitales de verificación y las soluciones automatizadas de monitoreo serán obligatorios. Servirán como base para la planificación, operación, certificaciones y subvenciones.
Los nuevos requisitos de la Directiva EPBD 2024 afectan profundamente las estructuras existentes y no dejan a ningún actor del sector de la construcción al margen. Lo decisivo ahora es conocer el propio rol, entender el calendario y tomar las medidas adecuadas. Quien actúe con anticipación podrá evitar riesgos regulatorios y obtener ventajas específicas.
La EPBD 2024 eleva considerablemente las exigencias en cuanto a planificación y verificación. Ya en la fase temprana del diseño será necesario elaborar balances de CO₂, evaluar impactos ambientales y construir modelos digitales de los edificios. Los análisis del ciclo de vida (LCA) serán obligatorios, al igual que el uso del modelado de información para la construcción (BIM). Quienes deseen que sus proyectos sean aprobados o financiados en el futuro deberán presentar datos fiables de emisiones, declaraciones ambientales de producto (EPD) y documentación digital completa. Así, la EPBD transforma de raíz los procesos de planificación y exige nuevas competencias, herramientas e interfaces.
La rentabilidad de un proyecto ya no dependerá únicamente de los ingresos por alquiler, la eficiencia energética o los costes de construcción. Será decisivo que el proyecto cumpla con la EPBD, ya que eso condicionará el acceso a licencias, financiación compatible con criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) y ayudas. Sin un balance de CO₂, tecnología de bajas emisiones y verificaciones digitales, un proyecto puede fracasar. Los inversores deben incorporar pronto los requisitos regulatorios en el desarrollo del proyecto y garantizar que todos los implicados presenten las evidencias necesarias. También aumenta la presión sobre los edificios existentes: Los inmuebles ineficientes pierden valor y capacidad de alquiler.
La Directiva EPBD obliga a los estados miembros a actuar contra los edificios existentes ineficientes. Por ello, los propietarios deben verificar si sus inmuebles están afectados, especialmente si se encuentran en las clases energéticas F o G. A partir de 2026 se exigirán pruebas concretas y planes de renovación. Quien no se prepare, corre el riesgo de sufrir pérdidas económicas, intervenciones regulatorias o quedar excluido de ayudas. También la operación cambia: los edificios deberán ser monitorizados continuamente, las emisiones documentadas y los datos digitales de monitoreo deberán estar disponibles, no solo para el propietario, sino también para inquilinos y autoridades.
Las declaraciones ambientales de producto, los balances de CO₂ y los datos digitales de los productos serán requisitos para acceder al mercado y participar en licitaciones. Sin valores de emisiones verificados y datos del ciclo de vida documentados, será prácticamente imposible que un producto sea considerado en la planificación, certificación o financiación. Se requieren sistemas con evidencias fiables, idealmente en forma de EPD. Lo importante ya no es solo el rendimiento técnico de un producto, sino su impacto ambiental demostrado a lo largo de todo su ciclo de vida.
Si desea conocer más sobre el impacto de la Directiva EPBD en su sector, descargue nuestro Whitepaper (En inglés).
Con la EPBD 2024, por primera vez la instalación técnica de los edificios pasa a ocupar un lugar central en la evaluación de emisiones de CO₂. Los sistemas de tuberías, los materiales aislantes y los sistemas de distribución deberán acreditar su impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida: desde su fabricación hasta su desmontaje.
Especial relevancia tiene la llamada “energía gris”: Es decir, las emisiones generadas durante la fabricación, el transporte, la instalación, el mantenimiento y la eliminación de un producto de construcción. En edificios nuevos eficientes, esta energía puede representar más del 50 % de las emisiones totales. A partir de 2028, estos datos deberán incluirse obligatoriamente en el certificado energético y a partir de 2030 en todas las nuevas construcciones.
Esto también transforma el papel de los productos. Se exigirán sistemas con declaraciones ambientales verificadas (EPD) y con interfaces digitales para modelos BIM y balances de CO₂.
Los sistemas de tuberías de aquatherm están documentados conforme a las exigencias futuras de la EPBD. Todos los datos medioambientales relevantes están disponibles en forma de declaraciones ambientales de producto (EPD) verificadas. Las EPD de aquatherm se basan en un enfoque que abarca todo el ciclo de vida, “desde la extracción de las materias primas hasta la salida de fábrica del producto”. Además, las declaraciones ambientales de aquatherm incluyen también los módulos C (fase de eliminación) y D (siguiente sistema de producto), de acuerdo con los requisitos de la norma EN 15804+A2. Estas EPD no solo sirven como base para los balances de CO₂ en los certificados energéticos, sino también para certificaciones de sostenibilidad como LEED, BREEAM y DGNB.
La EPBD 2024 es más que una norma técnica. Es una hoja de ruta con plazos claros, objetivos vinculantes y requisitos concretos. Su implementación se realizará en varias fases:
La EPBD 2024 cambia las reglas del juego para la construcción y renovación sostenible en toda la UE. Si quiere saber qué se avecina exactamente, encontrará las respuestas en este whitepaper (en inglés), formulado de forma clara y comprensible.
El whitepaper ofrece una visión general estructurada y muestra cómo puede implementar los requisitos en la práctica.
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